La BIODIVERSIDAD es la base de la agricultura. Su mantenimiento es esencial para la producción de alimentos y otros productos agrícolas y los beneficios que estos proveen para la humanidad, incluyendo la seguridad alimenticia, la nutrición y el sustento.
La biodiversidad es el origen de todos los cultivos y el ganado doméstico y la variedad dentro de ellos. La biodiversidad en la agricultura y los paisajes proporciona y mantiene sistemas de ecosistemas esenciales para la agricultura.
Más del 40 por ciento de la superficie terrestre se usa para la agricultura, lo que confiere una gran responsabilidad en la protección de la biodiversidad a los agricultores.
Sirviéndose de técnicas adecuadas, como la agricultura sin laboreo, un menor uso de plaguicidas, la agricultura orgánica y la rotación de cultivos, los agricultores mantienen el frágil equilibrio con los ecosistemas circundantes.
Manteniendo la integridad de las plantas, los animales y sus medios, se preserva una serie de procesos naturales esenciales. El ganado, los insectos, los hongos y los microorganismos descomponen la materia orgánica trasladando nutrientes al suelo.
Las abejas, las mariposas, las aves y los murciélagos polinizan los árboles frutales. Los pantanos y las ciénagas eliminan los contaminantes filtrándolos. Los bosques impiden las inundaciones y reducen la erosión. Y los depredadores naturales mantienen controlado el crecimiento de cualquier especie.
Conservar la biodiversidad para la agricultura requerirá esfuerzos en muchos frentes que incluyen las medidas para conservar el medio ambiente, una mejor educación, más investigación y ayudas gubernamentales.
La FAO seguirá contando con la colaboración de sus asociados, entre los que hay otros organismos internacionales, instituciones de investigación, comercio y estudio sobre políticas; grupos de base de las comunidades, el público y los consumidores.
La biodiversidad es un aliado clave en la lucha contra la malnutrición. Su protección es algo que no podemos permitirnos olvidar.
Fuente: Ambientum